Levante UD 5 – 2 Real Zaragoza | Crónica

Levante UD 5 – 2 Real Zaragoza | Crónica

Error, horror

Cuando se apaga la luz antes de que nazca el sol es imposible creer en la vida. Si eso ocurre es porque negamos el amanecer, rechazamos el atardecer y nos rendimos a la negrura de la noche. Ayer, el Real Zaragoza jugó un partido triste, maldito, abrazado a la miseria de los que asumen la derrota antes de presentar batalla. Ayer, el león lloró lágrimas de vergüenza.

El joven e inexperto entrenador zaragocista agitó el martini sin reparar en que esa acción lo que hace es diluir la bebida. Eso ya lo aprendimos con James Bond. Y eso ocurrió con la alineación: los cinco cambios respecto del partido frente al Eibar, dos ellos obligados por una lesión y una sanción, disolvieron las pocas virtudes del equipo y provocaron un caos infernal de fatales consecuencias.

En doce minutos el Levante ya vencía por 2-0. Las causas, simples: el equipo granota es infinitamente superior a los blanquillos y además estos son los campeones de los errores imperdonables. En los dos primeros movimientos del encuentro ya se detectó una disposición táctica fláccida y desnortada ante un Levante que exhibe velocidad, verticalidad, talento, calidad y exuberancia técnica. Un suicidio si a todo ello le sumamos un espíritu alicaído y una torpeza indigna en unos jugadores profesionales que ayer murieron antes de venir al mundo.

En el minuto 5 el Zaragoza le dio la primera palada a su tumba. Sí, amigos: minuto 5. Morales, experto y riguroso en sus movimientos, invadió el área zaragocista, bailó a Vital con un par de regates de primero de extremos y le puso un dulce en la cabeza a Carlos Álvarez, que solo tuvo que ejecutar con un suave toque al fondo de la red de Poussin. ¡Qué fácil es jugar bien cuando se tiene aptitudes y en frente hay un grupo de futbolistas desactivados e ineptos!

Aquella maquinaria vestida de blanco y azul crujía profiriendo sonidos agudos y rotos. La otra, la buena, la que recorría todos los caminos transitables, emitía melodías de fútbol engrasado. Cualquier acción del equipo local llevaba una etiqueta colgando donde se podía leer: “El triomf t’espera”. Sí, y no tuvo que esperar mucho. Y sin esforzarse. Para eso están nuestros chicos, capaces de ir cuatro a la vez a por un balón, con Poussin metido al rebullo, y chocarse entre ellos para regalarle a Forés el 2-0. Minuto 12.

Destrozada la arquitectura defensiva aragonesa, comenzaba otro partido. Sabiendo que cualquier jugada que el Levante cosiese podía acabar en gol, el Zaragoza dio un pasico al frente y se ofreció a jugar algo al fútbol. El Levante se lo puso fácil, pues se quedó a dormitar en su campo contemplando a su rival escribir algunos párrafos ordenados. Combinaciones fluidas y líneas articuladas en torno a sus laterales, Luna y Calero, que sostenían una cierta idea procurando llegar a la línea de fondo, aunque sin sustancia final.

En una de esas, Oriol Rey perdió un balón y Bazdar avanzó decidido. Se plantó ante un sorprendido Andrés Fernández, pero su decisión fue errónea y su remate salió fuera cuando tenía todo en sus botas para acortar el resultado. Con boira en la cabeza es difícil acertar. Con todo, el equipo pareció creer en sus posibilidades y se aproximó en varias ocasiones al área local, construyendo situaciones que enviaban ciertas señales a los mil valientes que poblaban la grada del Ciutat del València. Así, Moya se acercó y casi llega y Ares disparó con intención aunque demasiado cruzado. Por su parte, el Levante, casi sin quererlo, estuvo a punto de marcar el tercero, pero en esta ocasión el portero francés detuvo bien el remate de Forés. Antes del descanso aún lo intentaron Jair y Ares, pero con poca fe y lo más importante: con el Levante limándose las uñas viendo al adversario trotar por el balcón de su huerta.

Volvió el equipo al verde del “Ciutat” con dos cambios: Tasende y Soberón por Luna y Bazdar. No estamos para gustos ni para colores, pero en estas horas que has transcurrido desde el final del partido pocas voces han avalado esta disposición. En cualquier caso, el Zaragoza siguió con el guión y pronto atisbamos una cierta mejoría cuando Guti disparó cruzado y su chut lo rozó un defensa para desviarlo a córner. Espejismo fue, porque en seguida nuestros chicos se aprestaron para colaborar con su enemigo. Un balón sencillo y templado fue mal controlado por Jair. Por allí pasaba un tal Morales, que activó el brillo de su colmillo para humillar a Poussin con un gesto técnico de nivel y lograr el 3-0.

No hace falta más. Como dijo mi admirado Mario Ornat en Aragón Radio: “Que nadie me pida que analice este partido”. No hay respuesta a ninguna cuestión cuando los tres primeros goles del equipo contrario son producto de tres errores incalificables. Gabi, imagino, se puso en ese momento en modo Huesca y movió sus fichas para afrontar la semana de gloria que daba comienzo ya en ese mismo instante. Una de ellas fue Aketxe, al que le pidió que se sumara al partido en lugar de un Liso de cemento y poco después echó mano de un olvidado Pau Sans, uno de esos chicos a los que se les niega el pan y la sal por razones que, uno, humilde relator, no alcanza a comprender.

Mientras tanto, aun cuando los minutos deambulaban por el reloj con una lentitud insultante, al Levante le dio para conseguir el 4-0. Pampin corrió la banda y confeccionó un gran centro que remató plácidamente Espí ante la mirada complaciente de Jair, que ni siquiera se arrimó al delantero ni mucho menos saltó para disputarle el cabezazo. Ese gol fue amortiguado por un gol de Pau Sans, que remató también de cabeza un buen servicio de Adu Ares. Poca venda para tanta herida, pero lo de este chico da para reflexionar.

El partido moría y en esos momentos ya estábamos en Territorio Esbarizaculos. Todos los balones iban de un área a otra sin orden ni argumento y en esas circunstancias puede pasar de todo. Por ejemplo, que Calero cometa un penalty estúpido en el minuto 92. Naturalmente, Romero lo convirtió. Pero no acabó ahí el arròs en fessols i naps en que se había convertido la tarde. Aún daría para que Aketxe botase un córner, Jair lo peinase y Soberón rematase sobre la línea. Llegábamos, así, al 5-2 vergonzoso que nos regaló a esta hinchada dolida y humillada el equipo de Gabi.

Hinchada herida, mancillada y maltratada por la Historia. Hinchada, empero, que dio una nueva lección de amor, pasión, lealtad y generosidad recibiendo al final del choque a sus zagales con cánticos, bufandeo e himnos. Una muestra más de que este Zaragoza solo puede sobrevivir al desastre que él mismo ha generado si confía en la magia de La Basílica, la sacrosanta Romareda y se pone en manos de su gente. La que nunca se rinde.

Ficha técnica

Levante UD:
Andrés; Grande, Elgezabal, Ignasi Miquel, Pampin; Kocho, Rey (Iborra, 59′), Brugué (Espí, 81′), Álvarez (Pablo Martínez, 68′); Morales (Lozano, 68′), Forés (Iván Romero, 59′).

Real Zaragoza:
Poussin; Luna (Tasende, 46′), Vital Jair Jr, I. Calero; Raúl Guti (Lucas Terrer, 79′), Toni Moya, Adu Ares, Liso (Aketxe, 56′); A. Marí (Pau Sans, 70′), Baždar (M. Soberón, 46′).

Goles:
1-0, Min.6, Álvarez; 2-0, Min.12, Forés; 3-0, Min.50, Morales; 4-0, Min.84, Espí; 4-1, Min.89, Pau Sans; 5-1, Min.90, Iván Romero; 5-2, Min.90, M. Soberón.

Árbitro:
Sr. Cid Camacho. Amonestó a Vital y Jair Jr por parte visitante.

Incidencias:
Partido de la Jornada 36 de LaLiga Hypermotion 2024-25 disputado en el Ciudad de Valencia.

Puntuaciones

Poussin: 2. A pesar de su salida de tono, estuvo correcto.
Luna: 3. Firme en defensa y profundo en ataque.
Vital: 0. Mal partido. Inseguro y desubicado.
Jair: 0. Sus errores y su indolencia, extraños.
Calero: 1. Articuló juego interior pero en defensa naufragó.
Guti: 1. Desajustado en sus esfuerzos, alternó aciertos y errores.
Moya: 2. Bien situado, trató de gobernar, pero estuvo aislado.
Liso: 1. Vive un período muy oscuro. No muestra limpieza en su juego.
Ares: 1. No se ajusta a la idea de juego. Amaga pero no resuelve.
Bazdar: 2. Lo intentó y fue el más peligroso en ataque.
Martí: 1. No encuentra su lugar y su aportación es muy pobre.
Soberón: 2. Volvió a marcar y eso es oro molido. Goleó.
Tasende: 2. Profundizó pero no fue eficiente.
Aketxe: 2. El balón parado es suyo y lo suyo. Fuera de eso, poco.
Pau Sans: 3. Su presencia fue viento fresco que necesitamos. Goleó.

por arrúa 10 (Real Zaragoza, Aire Azul)
@japbello

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